Mañana fría del 21 de junio, feriado por estos pagos.
Mientras estudiaba, una voz salía suave por la radio.
Palabras recitadas, sentidas.
Palabras recitadas, sentidas.
Palabras que dibujaban en mi mente.
Era Shakespeare.
"Sopla, viento invernal,
pues daño nunca harás
como la ingratitud.
Tu diente es menos cruel,
porque nadie te ve,
por rudo que seas tú.
¡Eh, oh! ¡Eh, oh, el verde del bosque!
Amor es ceguera; amigos, traiciones.
¡Eh, oh, el bosque!
Es vida y es goce.
pues daño nunca harás
como la ingratitud.
Tu diente es menos cruel,
porque nadie te ve,
por rudo que seas tú.
¡Eh, oh! ¡Eh, oh, el verde del bosque!
Amor es ceguera; amigos, traiciones.
¡Eh, oh, el bosque!
Es vida y es goce.
Hiela, aire glacial,
pues no podrás cortar
como lo hace el olvido.
Puedes el agua herir,
mas no eres tan hostil
como el pérfido amigo.
¡Eh, oh! ¡Eh, oh, el verde del bosque!
Amor es ceguera; amigos, traiciones.
¡Eh, oh, el bosque!
Es vida y es goce."
pues no podrás cortar
como lo hace el olvido.
Puedes el agua herir,
mas no eres tan hostil
como el pérfido amigo.
¡Eh, oh! ¡Eh, oh, el verde del bosque!
Amor es ceguera; amigos, traiciones.
¡Eh, oh, el bosque!
Es vida y es goce."
Williams habla por si mismo.
Y ya que estamos, un bonus musical.
Y ya que estamos, un bonus musical.
Sara Bareilles junto a Ingrid Michaelson (de esta última muchacha no he investigado bien su historial musical, de la primera no más que recomendarla!), regalándonos una de las canciones, del variado album "WinterSong", para la ocasión.